El efecto rebote que puede aparecer tras dejar el tratamiento con fármacos para perder peso como Ozempic, Wegovy o Mounjaro es una de las principales preocupaciones de pacientes y médicos.

Si te estás planteando iniciar uno de estos tratamientos para la obesidad es importante que conozcas la realidad sobre el posible efecto rebote.

En este artículo te explicaré qué es el efecto rebote y cuáles son sus causas, a qué porcentaje de pacientes afecta según los estudios, y lo más importante, qué puedes hacer para evitarlo.

¿Qué es el efecto rebote en el uso de GLP-1?

Cuando hablamos de efecto rebote, nos referimos al aumento de peso que sufren algunas personas al suspender un tratamiento de pérdida de peso como los agonistas de GLP1.

Hay que destacar que el efecto rebote no es exclusivo de los fármacos sino que puede aparecer con cualquier tipo de tratamiento para la obesidad como dietas o incluso tras cirugía bariátrica.

¿Qué causa el efecto rebote?

Aunque las causas del efecto rebote son variadas (luego entraremos en detalles), podríamos englobarlas en dos grandes categorías:

1º. Mecanismos de defensa contra la desnutrición

Tras perder peso, el cuerpo activa toda una serie de mecanismos para defenderse de la pérdida de peso que entiende como “una hambruna”. Entre otros efectos, tras una pérdida de peso intensiva puede aumentar el apetito y reducirse el gasto calórico basal.

2º. Un tratamiento inadecuado tipo “operación bikini”

Los pacientes que siguen un tratamiento para perder peso sin realizar cambios profundos en su estilo de vida, al abandonarlo y recuperar sus malos hábitos, suelen recuperar el peso perdido.

¿El efecto rebote significa que el tratamiento no ha funcionado?

Más que una señal de fracaso, el efecto rebote es un recordatorio de que la obesidad es una enfermedad crónica y de que, tras la fase inicial de pérdida de peso intensiva, todavía queda mucho por hacer.

Por ejemplo, en el caso del tratamiento con GLP1 sabemos que mantener el peso a largo plazo no depende tanto del propio fármaco como de que consigas adoptar cambios sostenibles en tu estilo de vida. Esa es la verdadera clave.

En cualquier caso, el éxito de cualquier tratamiento para la obesidad, no solo se basa en perder peso, sino en mantenerlo y en conseguir una mejor calidad de vida a largo plazo.

¿Por qué puede aparecer el efecto rebote tras el uso de GLP-1 como mounjaro o wegovy?

Estas son las principales razones por las que se puede recuperar peso al dejar los fármacos GLP1:

1. Recuperación del apetito

Los agonistas de GLP-1 reducen significativamente el apetito. Las personas que no son capaces de controlarlo sin medicación y que no han tomado medidas preventivas como aprender a alejarse de “alimentos gatillo”, a elegir snacks saludables o a ajustar sus horarios, tienen más posibilidades de recuperar el peso.

2. Menor gasto energético y pérdida de masa muscular

Tras la pérdida de peso, ya sea con fármacos o con cualquier otro tratamiento, el metabolismo basal disminuye. Además, este efecto es todavía mayor si el tratamiento no se ha acompañado de ejercicio y se ha perdido mucha masa muscular.

3. Falta de hábitos consolidados

Si no se han adoptado cambios en la alimentación, ejercicio, sueño, etc. O si estos no se han fijado en la rutina de forma consistente, es más probable recuperar el peso.

4. Falta de planificación post-tratamiento

Es algo que advierto siempre a mis pacientes antes de empezar el tratamiento. Desde el minuto uno, tienes que estar pensando en lo que viene después del tratamiento. Al fin y al cabo, los fármacos solo los vas a utilizar de forma temporal y lo importante y lo que más tiempo te va a acompañar en tu vida es lo que viene después.

No tener una estrategia clara para mantener el peso una vez que suspendas el fármaco puede dejarte en una situación de vulnerabilidad y alto riesgo de efecto rebote si recaes en los mismo hábitos que te llevaron a aumentar de peso.

5. Exceso de confianza e infraestimación del riesgo.

Hay mucha gente que cuando vive con un apetito muy controlado gracias a los fármacos, se confía. Se piensan que no tienen que cambiar nada en sus rutinas nutricionales de hábitos ya que creen que ahora, por fin, ya lo tienen todo bajo control.

Vuelvo a repetirlo. La obesidad es una enfermedad crónica y no hay que confiarse.

6. Comportamientos de “recompensa” post-tratamiento

Estos afectan sobre todo a personas con cierta impulsividad o rasgos relacionados con los trastornos de la conducta alimentaria. Si antes de tomar el fármaco ya tenías problemas para controlar los impulsos y te recompensas con comida, el fármaco no te lo va a solucionar. Es más, quizá empeore la tendencia a "recuperar tiempo perdido”.

Por tanto, en pacientes con problemas de impulsividad por la comida y uso de esta como recompensa, hay que abordar este problema antes incluso de iniciar el tratamiento farmacológico.

7. Otros tantos aspectos

Seguro que me dejo otros muchos factores, pero creo que la idea de fondo se entiende: el fármaco, igual que cualquier otro tratamiento para la obesidad, es solo una herramienta para la pérdida intensiva de peso y lo realmente importante y lo que de verdad determina el riesgo de efecto rebote es lo que viene después.

Consecuencias del efecto rebote

Más allá de los efectos negativos de la recuperación del peso, el efecto rebote puede tener efectos negativos en la salud física y emocional como por ejemplo:

• Impacto metabólico: Incremento en el riesgo de desarrollar o agravar enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión y dislipidemia.

• Efectos psicológicos: Sentimientos de frustración o fracaso, que pueden afectar la motivación para mantener hábitos saludables.

• Aumento de la inflamación: Recuperar peso rápidamente puede estar asociado con un aumento de la inflamación sistémica.

¿Qué porcentaje de pacientes experimenta el efecto rebote?

El estudio más importante que ha valorado el riesgo de efecto rebote después de utilizar GLP1 se realizó con semaglutide y mostró que aproximadamente el 70% de los pacientes que interrumpen el tratamiento recuperan al menos parte del peso perdido después de 6-12 meses.

Vamos a repasar este y otros estudios con más detalle…

¿Qué dicen los estudios sobre el efecto rebote tras el uso de GLP1?

Efecto rebote tras suspender semaglutide (Ozempic / Wegovy)

El principal estudio que ha analizado el efecto rebote tras semaglutide es la extensión del estudio STEP-1. Tras una fase inicial de tratamiento durante 68 semanas, retiraron la medicación y realizaron seguimiento durante 52 semanas adicionales.

Estos fueron los resultados:

• Los pacientes que recibieron semaglutide perdieron un 17,3 % de peso. Un año después de suspenderlo, recuperaron el 11,6%. Esto significa que la pérdida de peso final, tras 68 semanas de tratamiento y 52 semanas sin él, fue del 5,6% de peso.

• Los pacientes que recibieron placebo perdieron un 2 % de peso. Al suspenderlo recuperaron el 1,9%. Esto significa que la pérdida de peso final, tras 68 semanas de tratamiento con placebo y 52 sin nada, fue del 0,1% de peso.

En resumen, el 70% de los pacientes recupera algo de peso y, de media, se pueden recuperar hasta dos tercios del peso perdido.

Efecto rebote tras suspender Tirzepatide (Mounjaro)

Hasta la fecha, no se ha realizado ningún estudio que investigue el posible efecto rebote tras suspender el tratamiento con Tirzepatide. Si quieres puedes leer esta artículo con un análisis completo de todos los estudios que se han hecho con Tirzepatide para la pérdida de peso.

Efecto rebote tras suspender Liraglutide (Saxenda)

Aunque no se ha realizado ningún estudio específico para valorar el efecto rebote tras suspender Liraglutide, sí que podemos extraer alguna conclusión de un estudio relacionado realizado en adolescentes.

En este estudio se realizó un tratamiento durante 56 semanas con liraglutide y posteriormente un seguimiento adicional de 26 semanas tras suspender el tratamiento.

Los resultados después de 26 semanas sin tratamiento fueron los siguientes:

• Tras un año de tratamiento los pacientes perdieron una media del 2,3% de su peso. Luego, tras 26 semanas sin tratamiento, recuperaron una media del 1,7 %. Es decir, recuperaron un 75% del peso perdido.

• El grupo que recibió tratamiento con placebo fue todavía peor. Lejos de perder peso, durante el primer año ganaron un 2,2 % de peso y luego, tras el seguimiento posterior, ganaron un 4,3 % de peso adicional.

• Este estudio no es directamente extrapolable a adultos pero sí que nos ayuda a hacernos una idea de que después del tratamiento, si las cosas no se hacen bien, se puede recuperar un porcentaje importante del peso perdido

¿Se puede evitar el efecto rebote?

Por supuesto que sí. Hay estrategias que pueden ayudar a minimizarlo o incluso evitarlo por completo. Te dejo algunos consejos a continuación.

Cómo evitar el efecto rebote después del tratamiento con GLP-1

1. Entender a qué te enfrentas

Debes entender que la obesidad no es simplemente un problema que puedas tratar y luego olvidar para siempre. Mientras vivas en una sociedad occidental, “rodeado de calorías”, siempre tendrás cierto riesgo de recaída y tendrás que estar atento.

La buena noticia es que es mucho más fácil mantener el peso que perderlo así que una vez superes la primera fase de tratamiento, todo será más sencillo.

2. Retirada progresiva del tratamiento

Esta hipótesis es razonable, aunque aún no ha sido confirmada. La idea es que una retirada gradual del fármaco permitiría que tu cuerpo se adapte progresivamente, reduciendo el riesgo de efecto rebote.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el propio efecto del fármaco disminuye de forma natural y progresiva con el tiempo, incluso sin necesidad de ajustes específicos. Por tanto, en la práctica, el fármaco siempre se retira de manera gradual.

Dicho esto, este enfoque podría brindarte mayor tranquilidad y facilitar una transición más suave hacia la recuperación de un entorno metabólico equilibrado.

3. Cambio de hábitos (dieta y ejercicio) sostenible en el tiempo

Realizar un tratamiento intensivo de pérdida de peso y luego volver a los malos hábitos que te llevaron a engordar, no sirve de nada. Me da igual el tipo de tratamiento que hagas pero, una vez lo finalices, deberás haber hecho cambios en tus rutinas nutricionales que sean sostenibles en el tiempo. Aquí te dejo un artículo sobre el método del plato, una técnica muy sencilla para adaptar tu dieta a una opción un poco más saludable.

Y lo mismo sucede con el ejercicio que ha demostrado ser uno de los principales factores que te ayudarán a mantener la pérdida de peso a largo plazo: ayuda a quemar calorías, ayuda aumentar el gasto calórico basal al aumentar la masa muscular, disminuye el apetito, disminuye la ansiedad y por tanto el hambre emocional….

Y eso, además de todo el resto de beneficios que el ejercicio tiene para la salud independientemente de la pérdida de peso.

4. Seguimiento

Un seguimiento a largo plazo, aunque sea con tu médico de atención primaria o incluso un seguimiento que hagas por ti mismo pesándote un par de veces al mes, ya te será de gran utilidad.

Lo que hay que evitar en este punto es aquello de "dejo de pesarme porque si no me asusto " que tanto veo en mi consulta.

Como enfermedad crónica que es, la obesidad necesita una monitorización de por vida.

5. Aprender nuevas habilidades que te permitan resolver problemas

En el día día te vas a encontrar muchas barreras que te van a dificultar controlar tu peso: barreras como la falta de tiempo, la ansiedad, el exceso de apetito, las cenas con amigos, las vacaciones…

Como ves, no se trata tanto de mejorar tu dieta o hacer ejercicio sino detectar cuáles son las barreras que te alejan de tu objetivo, y aprender habilidades para superarlas una a una.

Ya te imaginas que esto no es cuestión de un día sino que es un proceso que requiere aprender a muchos niveles e incluso apoyarte en profesionales como psicólogos, entrenadores, o endocrinos.

¿Puedo volver a tomar el tratamiento si he sufrido efecto rebote?

Sí. Si después de un tratamiento con fármacos GLP1 recuperas mucho peso, es perfectamente posible volver a iniciarlo.

Aunque, mucho cuidado, porque detrás una recuperación suele haber causas de raíz que conviene detectar y tratar incluso antes de reiniciar los fármacos. Por ejemplo, si tienes una ansiedad completamente descontrolada, lo primero será trabajar esto.

Esto siempre la decisión debes tomarla junto a un médico especialista, para valorar los riesgos y beneficios de reinciar el tratamiento farmacológico.

Conclusión sobre el efecto rebote

En resumen, el efecto rebote tras un tratamiento de pérdida de peso con GLP1 puede aparecer exactamente igual que aparece tras cualquier dieta o cirugía.

No me cansaré de decirlo, lo de menos es el propio tratamiento. Lo importante es lo que viene después. Esta es la fase que más tiempo va a acompañarte a lo largo de tu vida y la que determina si sufrirás efecto rebote o no.

Referencias científicas

1. Wilding JPH, et al. “Once-Weekly Semaglutide in Adults with Overweight or Obesity.” N Engl J Med. 2021;384(11):989-1002. PMID: 33567185.

2. Wilding JPH, et al. “Weight regain and cardiometabolic effects after withdrawal of semaglutide: The STEP 1 trial extension.” Diabetes Obes Metab. 2022;24(8):1553-1564. PMID: 35441470.

3. Kelly AS, et al. “A Randomized, Controlled Trial of Liraglutide for Adolescents with Obesity.” N Engl J Med. 2020;382(22):2117-2128. PMID: 32233338.